Podría decir que hace mucho tiempo que no me sentía tan feliz, acabo de entrar como en un sueño del que nunca querría despertar, donde todo está lleno de luz y color y donde músicas celestiales llenan mis oídos...
Huy! dejadme que lo comparta con vosotros, amigos nuevos, amigos virtuales llenos de esa calidez que derrocháis a raudales, con los que me siento acompañada en este viaje en el que acabo de embarcarme.
He pasado dos dias geniales, donde todos los miedos anteriores se han diluido con las olas que han mojado mis pies, estuve en el mar, me mojé los pies de día y tambien de noche en esta Costa Brava tan hermosa que tenemos por aquí, y que, en vez del barullo veraniego, esta vez nos ha regalado paz, tranquilidad y amor, llenando nuestra alma de suaves notas de serenidad, de bienestar...
Bueno, mejor me dejo de tanto romanticismo que pueda acabar siendo empalagoso y os diré que dos días preciosos, culminados con una buena y romántica cena, con un buen vino y con el espectáculo del mar, de un azul profundo, salpicado de reflejos , me han devuelto la alegría y las ganas de seguir adelante con esta mi historia.